sábado, 9 de enero de 2016

Me gusta.

Me gusta el invierno y los árboles sin hojas, el viento en mi cara, las cosas que brillan y la música en todas sus formas, las letras y el olor que deja la birome sobre el papel, el silencio y el ruido. Me gustan las sonrisas y mirar los ojos, las calles desiertas y las estrellas, la lluvia y una buena película, me gusta leer y cantar (mal), los perfumes y dibujar en el margen de la hoja.
Me gusta ser amiga y ser hermana, el agua y la playa. Estar sola y escuchar reír a mi hermanito; me gusta la poesía y quedarme despierta de noche, me gusta el color celeste y el verde juntos y separados, me gusta mirar el sol y después no poder ver nada, escuchar, abrazar y reírme hasta llorar. Me gusta llorar cuando quiero hacerlo.
Me gusta escribir y sentir el perfume de los que pasan a lado mió, los animales, los bebes, hacer cosas de niños y también me gusta sentirme adulta. Me gusta quedarme en mi casa sola y las flores de color violeta. Me gusta conocer personas. Me gustan mis amigas y mis amigos, decir te quiero e ir al cine.
Me gusta adivinar los instrumentos en una canción y hablar con mi mamá. El olor que tenia mi abuela, lo suave que era su cama, el ruido que hacia cuando arrastraba sus pies al caminar y su jardín lleno de flores.
Me gusta tener largas charlas con Coco, me gustan cuando miran con dulzura a alguien, que se diviertan mis amigos y llorar en colectivo. Me gusta sentirme inteligente. Me gusta enamorarme y que nadie se entere. Me gusta perdonar y volver a querer, buscar razones para no irme y recordar cuando era niña. Me gusta el cielo sin nubes y el pasto recién cortado. Me gusta despeinar a los bien peinados.
Me gusta imaginar diálogos posibles y momentos oportunos. Me gusta  imaginar mi vida con una sola persona y el teatro romántico. Me gustan los parques en invierno y despertarme pensando que este día va a ser mejor que el de ayer, me gusta mi cabello corto y ser puntual (cosa que nunca pasa). Me gusta tratar de compartir todo lo que tengo y querer más de lo debido a las personas, saber que Dios me quiere y me gustaba que mi mama me haga el desayuno antes de ir a la escuela. Me gusta reírme y hacer reír, tratar de robar una sonrisa entre las lagrimas, ser amable y dar regalos. Me gusta sentirme viva, me gustan ciertas sonrisas más que otras, me gusta buscar la bondad en los ojos.
Me gustar amar y que me amen. Me gustan los tatuajes. Me gustan las personas que sonríen y se les achinan los ojos. Me gustan los niños con tierras en las manos y miradas traviesas, las personas que no le dan miedo el rechazo y más me gusta la gente tímida que se sonroja, saludar a extraños que no me conozco y que me devuelvan el saludo confundidos. Me gusta coleccionar fotos viejas, me gusta el té negro en las mañanas y el café a la tarde, me gusta dormir de día, me gusta el frío, el sol entre las nubes y los días lluviosos. Me gusta el sonido de una guitarra y los tereres a la siesta. Me gusta cocinar, hablar sola y las carteras. Me gusta el olor a nuevo de los zapatos y los libros, y cuando la luna es gigante. Me gusta leer la última página de un libro que todavía no comencé a leer. Me gustan los chicos, pero me encantan los chicos con tatuajes y grandes sonrisas. Me gusta la gente que tiene el cabello rojo y me gusta el mio de varios colores. Me gusta usar mis anteojos y el olor del café. Me gusta París de noche. Me gusta el chocolate y el ingles. Me gustan los británicos y australianos. 
Me gusta mirar las estrellas y saber que solo Dios puede crear todo lo que me gusta y me gusta agradecérselo una y otra vez.

martes, 5 de enero de 2016

Eleanor & Park

Me tiemblan los labios. Estoy repasando el libro para escribir esto y estoy tratando de contener mis lágrimas. Y cuando mis ojos no lloran mis labios tiemblan. Me los tengo que morder fuerte para que no se note y puedo sobrepasar el momento. Podría decir que "me olvide" lo mucho que este libro me hace sentir, pero sería mentira. Claro que no lo olvide justamente porque lo tuve inconscientemente presente, muy presente. Tanto que lo aparte un poco de mi vida cotidiana. Ahora que me esfuerzo conteniendo las lágrimas me doy cuenta. Todo este libro moviliza hasta lo más quieto en mí. No sé bien porque así que voy a pedir descaradamente, que si alguien ya lo leyó y le pasa lo mismo, me lo explique.
Teniendo suficiente de mí, voy a hablar del libro.
Si, es un libro juvenil. Si, es una "historia de amor". Sí, todo un cliché y con todo eso me hizo esto que me hace ahora de nuevo. No quiero arriesgarme a decir que es porque es uno de los libros más significativo que leí, porque me falta mucho por leer para decir algo así. Además siento que simplemente significa algo ahora, ya. Quizás en algunos años no sea más que un recuerdo lindo.
Ella es Eleanor y él es Park. Ella es pelirroja y con una belleza que no entra en los cánones comunes. Él es mitad coreano y mitad americano, y tampoco entra en los cánones.
Probablemente el tema de los cánones podría haber sido lo primero que me atrapó, pero no lo fue. Ahora que lo pienso bien cuando leí lo de "pelirroja" ya estaba sacando la plata de mi bolsillo (me gustan las personas pelirrojas), y cuando leí "mitad coreano" simplemente quise llorar de la emoción (también me van las series dramáticas coreanas).
Cuando entendí la diferencia entre ambos, como eran dos piezas de distintos rompecabezas... todo encajo. Irónico. ¿Será que soy fanática de las historias imposibles? No sé. Solo quise desesperada leerlo. Y así paso.

Eleanor y Park comienza con una sinopsis que simplemente me cautivo, me dijo que lo que iba a leer era exactamente lo que yo quería leer. En esos poquitos renglones ya ves todo de ellos. Ya la ves a ella, entera, con su sagacidad, con su rudeza de mentiras, con su "bastaDeEstupidezPlease" en dos palabras. Y lo ves a él, con su dramatismo, con su romanticismo, con su "nuncaAmeANadieTeAmoAmamePorfi" que te pega en la cara. Y así... eso era. Por fin sentí, en esos renglones, una figura femenina con la que podía identificarme íntimamente.
No sé si quiero arruinar todo contando sus otras diferencias, porque no solo eran físicas, sus mundos enteros son distintos. Todo y con eso incluido, al momento que ella se cruza en su vida sentís que tienen esa atracción de gravedad. Como si fueran lunas perdidas buscando un planeta al que pertenecer y se encontraron. Y simplemente pasó.
Y no pasó, no "solo pasó". Hay miles de situaciones por las que no debería "solo pasar" y que los hacía retroceder. Comenzando por su propio prejuicio, se despreciaron hasta que se amaron. Se miraban, juzgándose hasta que empezaron a ver que eso que les molestaba... los atraía todavía más.
Estoy íntimamente agradecida a Rainbow por los detalles de sus personajes, por la preciosura realista de cada uno de ellos. No viene a mi mente nada más que la palabra PRECIOSO. Se desenvuelven a lo largo de la historia de una manera tan detallada e íntima que podes sentir con ellos. Podes rechazar, gustar y enamorarte con ellos. Te llevan de la mano a lo largo de todo el recorrido.
Personalmente Eleanor es como mi espíritu animal. Yo la entendí, y siento que ella de algún modo me entendió a mí. Ella quiere tranquilidad, quiere una vida en paz, cosa que no tiene, y en su situación una relación o el simple hecho de enamorarse no cuadra. No hay espacio para esas cosas, pero que ella sea consciente de semejante cosa no quita que sienta lo que sienta. Las peleas con ella misma son épicas… ¡las luchas internas de ambos!
Él no entendía nada, incluso estaba levemente preocupado de su sexualidad cuando Eleanor llegó a su vida. Y no, claro que no fue una hermosa escena donde esta chica hermosa y perfecta sube al autobús escolar y él se queda perplejo. Ja! No y quizás sea lo mejor. Ellos realmente se rechazaron pero algo fue más fuerte... su propio instinto de supervivencia y se forzaron a una unión por la compasión por el otro. Ella necesitaba sobrevivir y él sintió pena, no podía dejarla ir "al vientre de la fiera" (estoy citando).
Pasando el tiempo ellos se aliaron en silencio. Un pacto silencioso los unió para no perecer en el intento de terminar la secundaria. Y en su alianza de supervivencia, comenzaron lentamente a enamorarse y a ser el sustento del otro.
Rainbow crea personajes tan profundos que dan vértigo, son tan reales y fantásticos e íntimamente relacionados. Eleanor es quizás uno de mis personajes literarios favoritos, desde su agridulce ironía y su modo de afrontar los problemas hasta el mismo color de su cabello y su forma de vestir hacen que quieras sentarte junto a ella todos los días. En ese punto podes entender la atracción vertiginosa que sintió el bien educado y criado Park.  Eleanor destilaba diferencia desde las raíces de su ser, si no contamos su exterior podemos contar su hogar y familia rota, su hermosa pero dominada madre o sus hermanos pequeños pero con etapas quemadas. Además de su situación económica casi peligrosa. Todo esto al principio Park no lo ve. Eleanor entra en Park por sus ojos, primero. Todo en ella era llamativo y misterioso, diferente.
Park es ese chico, del que chicas como yo se enamoran secretamente y nunca lo dicen, porque él está en el medio del limbo. No es ni popularmente aceptado ni denigrado, él simplemente esta en el medio porque no le interesa. Solo quiere sobrevivir y terminar la secundaria. La vida de Park estaba repleta de buenas notas, música Punk y, claro, la presión de ser hijo un típico gigante  norteamericano y una pequeña mujer coreana. Su aspecto es justamente lo que lo deja en medio del limbo: todos sus rasgos y su nombre gritaran "rarito", pero su apellido y sus ojos verdes no. Park vivía presionado por él mismo, porque llegado el momento los demás se acostumbraron a ignorarlo, pero él también se acostumbro a trabajar duro para que así sea.
Fue cuando su trabajo duro por ser casi invisible llegaba al punto culminé cuando la excéntrica, algo voluptuosa y  pelirroja Eleanor llegó a derribar su pequeña casita de cartas.
No voy a adentrarme más en la historia porque lo que sigue, cada diálogo, cada frase merece mi silencio. Merece tu disfrute. Solo quieto realzar el trabajo de Rainbow en los detalles, en los pequeños movimientos, en las miradas, en las respiraciones, en cada sentimiento.
El hecho de que esta historia este ambientada en los 80’ hace que yo pueda imaginarme a una adulta Eleanor y a un adulto Park. Hace que pueda creer en su existencia. Me hace QUERER creer en ellos. En que todas sus diferencias solo sirvieron para que el pequeño y tonto amor creciera en proporciones…
Eso me da esta novela, esperanza. Me da ganas de creer en esas cosas. Aun cuando las historias de amor están gastadas y este cansada que los finales felices nunca sucedan fuera de las paginas, este libro hizo eso en mí, me dio ganas.
De verdad quería esforzarme con esto, porque un libro como E&P se lo merecía, y son de estos libros de los que más me cuesta escribir. Son libros que significan mucho y tengo miedo de tener errores, de contarlo mal, de no sea lo suficiente. No creo que nada que yo pueda escribir sea suficiente como para una historia de estas pero al menos intente lo mejor. E&P se merece lo mejor.

Quiero no ser tan subjetiva y decir algo malo sobre el libro y no puedo. Y ¿saben qué? No lo voy a hacer. Este libro me encanto en muchos sentidos y no encuentro uno solo para criticar. Si quieren saber cosas malas o no tan buenas sobre este libro no es el lugar correcto, Internet es grande y gratis, sírvanse ustedes.